La vivienda, dentro de un bloque de apartamentos de los años 60 famoso por su lujo y tranquilidad, se encontraba en su estado original cuando los creativos recibieron el encargo. ¿Su principal ventaja? La apertura hacia el puerto "donde se ven los barcos ir y venir", algo que sirvió de inspiración al dúo Bodino. Tras rediseñar por completo la distribución para hacerla más fluida, se propusieron diseñar un refugio íntimo y acogedor, haciendo hincapié en los materiales nobles como el roble y el travertino e inspirándose en la luz y la calidez de las atmósferas mediterráneas.En la cocina, abierta al salón, el mármol reviste las paredes y encimeras y se prolonga hasta los zócalos. Para atenuar la dureza del material, los hermanos han diseñado muebles de formas suaves, como la isla y el falso techo que delimita la zona, guiños a las curvas de los transatlánticos de antaño. Al fin y al cabo, esto es Cannes, y las embarcaciones nunca están lejos. "Incluso cuando te duchas, puedes ver el mar", afirma riendo el dúo.